Los neumáticos son una de las piezas más importantes de un vehículo, pues sin un buen estado de los mismos, se corre el riesgo de sufrir graves accidentes en la carretera.
Al conducir, el neumático entra en contacto con la superficie de rodadura, lo que se traduce en una profundidad del dibujo cada vez más lisa. Este desgaste, en general lento y uniforme del neumático es inevitable.
Sin embargo, hay ocasiones en las que ese desgaste no se produce de forma uniforme, sino que alguno de los neumáticos sufre un desgaste mayor que el resto. Este hecho denota la existencia de un problema en el correcto funcionamiento de los neumáticos.
Alguno de esos desgastes los podrá solucionar el propio usuario, pues normalmente se deben a razones de presión e inflado de los neumáticos. Otras veces será necesaria la intervención de un experto que evalúe y determine las razones del desgaste irregular de los neumáticos.
En este caso, el experto puede recomendar el recambio de alguno de los neumáticos o de todos. El usuario tiene la opción de comprar unos neumáticos nuevos o, en el caso de tener que recambiar alguno de ellos, los desguaces de coches son una buena opción para dar con neumáticos que se encuentran en perfectas condiciones para su uso, y a un precio muy razonable.
¿Qué factores aceleran el desgaste de los neumáticos?
La velocidad: A mayor velocidad, mayor rodamiento del neumático y, por tanto, mayor desgaste de las ruedas.
El calor: Con temperaturas elevadas, los neumáticos tienen una mayor dificultad para expulsar el calor generado en el numático durante la puesta en marcha. Esta dificultad de eliminar el calor junto con el calor que emana de la calzada y las elevadas temperaturas del ambiente, aceleran el desgaste de los neumáticos.
La forma de conducir: Las aceleraciones y frenadas bruscas, los derrapes, las curvas rápidas generan el desgaste acelerado de los neumáticos.
Factores que denotan problemas en los neumáticos
El desgaste de los neumáticos pude deberse a diversos factores, entre los más frecuentes se encuentran:
Desgaste en el centro del neumático. Posiblemente, el neumático se haya inflado en exceso. Esto conlleva a un mayor desgaste en el centro de la banda de rodamiento. A la hora inflar las ruedas del coche, debemos seguir los consejos del fabricante y no añadirle mayor presión que la indicada. Al contrario de lo que se pueda pensar, a más presión, menor agarre en el firme y por tanto, mayor riesgo de derrapar y no controlar el vehículo. Además, este tipo de desgaste no tiene nada que ver ni el concesionario ni el fabricante y por tanto la garantía no lo cubriría.
Desgaste en los hombros del neumático. Esta situación es justo la opuesta a la anterior. El neumático contiene una presión insuficiente de aire, En este caso, el neumático sufre un desgaste más acusado en los hombros de la banda de rodamiento. Esto puede deberse bien a una falta de presión de aire o bien a una sobrecarga que exceda del peso máximo que cada neumático puede aguantar. La recomendación es la misma que la anterior, debemos seguir las recomendaciones de inflado y presión del fabricante, para evitar este desgaste.
Desgaste rápido del neumático. Este desgaste puede venir provocado por un paralelismo incorrecto entre los neumáticos traseros. Uno de los signos que identifican este caso son las estrías visibles en la banda de rodamiento. Debemos llevar el coche al taller para que corrijan este defecto.