Cuando hablamos de automóviles clásicos, seguro que a muchas personas le vienen a la mente los que formaban parte del ecosistema de hace unos cuantos años de las carreteras españolas, con los míticos Seat (600, 850, 124, 127, Supermirafiori…) y también muchos otros como los Renault, Simca, Peugeot, Citroën, Dodge y toda una retahíla de modelos de los que muchos han pasado a formar parte del stock de piezas de recambio para los considerados como coches clásicos y son pocos los que ya se ven en las carreteras españolas.
Tampoco es muy normal encontrarse determinados modelos otras marcas míticas como Audi y su Quattro, Lotus y el modelo Esprit, Porsche y su mítico 911, Mercedes y su berlina 220 o el BMW E3 de finales de los 60. Pero si hay algunos que es prácticamente imposibles de ver, aparte de porque no tienen matrícula para ir por carretera, son los coches que se pudieron ver recientemente en el Salón de Ginebra.
Este mítico evento consiguió reunir en una pequeña exposición a algunos de los coches que hicieron historia en las 24 horas de Le Mans; coches que hoy en día tienen precios desorbitantes y no aptos para cualquier clase de bolsillo. Desde la organización de este importante evento automovilístico consiguió reunir a muchos de los monoplazas que hicieron suspirar a muchos conductores y amantes de la velocidad durante muchos años y poder mostrarlos a todos los que tuvieron la suerte de ir.
Estos coches son los originales, sin ningunas piezas de desguace añadidas, lo que da mucho más valor a cada uno de ellos, especialmente el Chenard Walcker, primer ganador de la prueba alá por el año 1923 y que se caracteriza por su intenso color azul sobre el que destaca el blanco del color nueve que lleva tanto en la calandra frontal como en los laterales del capó del motor.
Tampoco faltaron otros de los campeones de años posteriores como fueron Ferrari y Porsche, los cuales son lo que son hoy en día, gracias en parte a su participación y excelentes resultados en esta mítica prueba de resistencia.
Otro de los modelos que no podían dejar de tener presencia fue el Ford GT40, uno de los coches más fotografiados. El modelo presentado fue el que ganó la carrera del año 1966 gracias a Bruce McLaren y Cris Amon. Hoy en día el precio de este automóvil supera el millón de euros.
Matra, marca no demasiado conocida pero no por ello importante, también estaba presente como ganadora de la edición del año 1973 conducido por Henry Pescarolo y Gerard Larrouse y justo al lado el fantástico y preciado Alpine Renault ganador de la edición de 1978.
Los que también quisieron sumarse a esta espectacular colección de coches clásicos de Le Mans fueron el Jaguar XJR de 1990, el Mazda 787B de 1991, el Peugeot 905 del año 1992 o el Audi R18, convirtiendo a esta zona del evento en una de las más visitadas por todos cuantos tuvieron la oportunidad de asistir a este evento.