Puede que hayas visto una motocicleta en un rastro o en un mercadillo o incluso en alguna casa de algún pueblo y te gustaría hacerte con ella y dar tus primeros pasos dentro del mundo de la restauración. Antes de continuar hay que decir que en ocasiones no es un hobby barato y para lo que se requiere cierta maña y paciencia, sobre todo con los modelos que tienen cierto tiempo porque a veces encontrar piezas de repuesto para determinado modelo puede convertirse en un proceso lento y cuanto más tiempo tenga la motocicleta o más exclusivo hubiera sido su modelo, peor aún.
¿Quién no se acuerda de las Moto Guzzi, Ossa o Sanglas? Son tan solo tres de las muchas marcas que han circulado por las carreteras de nuestro país durante bastante tiempo, pero hoy en día son marcas desaparecidas o con modelos muchísimo más modernos que nada tienen que ver con lo que había hace décadas.
Hay que tener muy presente que estamos hablando de restaurar y no “customizar”, es decir, dejarla lo más fiel posible a su estado original, para lo que habrá que emplear mucho tiempo, trabajo y también dinero, pero cuando se consigue, se obtiene una enorme satisfacción, no solo por haber hecho semejante trabajo sino por poder circular con ella de nuevo o incluso, en los mejores casos, llegar a venderla por una importante cantidad de dinero
Es importante tener conocimientos de mecánica, un garaje o espacio donde poder acometer todo el proceso así como una fuente fiable de información sobre marcas como por ejemplo mantener contacto con otros restauradores o dueños de un modelo de la motocicleta que se pretende restaurar, con quien poder solventar las dudas que vayan apareciendo poco a poco.
Hace tiempo la búsqueda de piezas de repuesto para un vehículo de estas características era empezar una peregrinación por muchos rincones de la ciudad, provincia o país e incluso fuera de España, aunque hoy en día y gracias a Internet, las búsquedas se acotan muchísimo y con la creación de los desguaces online adscritos a un centro de desguaces nos resultará mucho más fácil encontrar lo que se busca.
El nivel de dificultad en un proceso como estos está supeditado a la marca, modelo y antigüedad de la motocicleta, por lo que antes de dar el paso de comprarla hay que cerciorarse de que hay más gente en el mundo con ella, que se puede restaurar y que se pueden llegar a conseguir las piezas para la moto, de esta forma se evitará hacer un gasto innecesario.
También depende si la moto no se ha movido durante mucho tiempo, ha estado a la intemperie o resguardada o si solo tiene el chasis y le faltan piezas del motor por ejemplo. Lo más importante es el chasis y el motor, porque el sistema eléctrico o incluso la tapicería del asiento no nos darán problemas porque son completamente adaptables.
Recuerda, antes de comprar, hay que buscar mucho por Internet, ponerse en contacto con restauradores, con propietarios o incluso con la propia marca si existe a fin de conseguir toda la información necesaria para que en unos meses, un año o más, podamos presumir de contar con una antigua motocicleta totalmente remozada.