De entre todas las piezas de coches que hay, todas deben ser revisadas periódicamente para comprobar su buen funcionamiento pero hay algunas a las que se debe prestar especial atención como los frenos y todo el sistema de frenado como los discos o tambores, las pastillas, líquido de frenos, etc., con lo que evitaremos cualquier clase de peligro en la ciudad.
Aunque para aquellas personas que no saben nada de mecánica y la responsabilidad se la dejan completamente a los profesionales de los talleres, se puede cuidar el sistema de frenos en todo momento para que la eficacia de frenada esté siempre en las óptimas condiciones como para que pueda soportar cualquier esfuerzo extra ante un imprevisto en la carretera.
A pesar de que podamos no tener ningún conocimiento mecánico, como conductores hay que revisar algunos aspectos importantes como son el líquido de frenos, estar atentos por si el freno “traquetea” cuando se activa, si hay holgura en el pedal de freno o un ruido poco normal en los discos de freno, todo importa y puede ser una señal que revele que hay un problema en el sistema.
Asimismo se debe comprobar que no hay ninguna fuga del líquido de frenos con echar un vistazo al suelo donde ha estado aparcado el coche, mirando su nivel desde el cuadro de mando o incluso desde el propio depósito.
En los vehículos que se usan a diario y se les exige mucho hay que prestar especial atención a este apartado porque el buen funcionamiento de los frenos es algo primordial para circular con seguridad, por lo que es en estos coches donde más atención hay que prestar y llevar el coche con más frecuencia al taller para mantener nuestra seguridad, la de los que van con nosotros y el resto de conductores y peatones.