Las bujías son una de las piezas de encendido más importantes que tiene el coche, algo esencial a la hora de poner en marcha el coche. Es una de las piezas más comunes en los desguaces de coches y la que se encarga de transmitir la chispa de encendido dentro de la cámara de combustión del propulsor propiciando la generación de electricidad para facilitar el movimiento del vehículo.
Lo que hace exactamente es encender la mezcla de aire y gasolina que comprime el pistón, un proceso imprescindible para poder obtener la energía mecánica que hace que el propulsor puede operar y mande la fuerza generada hacia el volante del cigüeñal y éste la transmita a la caja de cambios que es la que genera la tracción que es enviada a las ruedas.
Como veis, se trata de una pieza de gran importancia que sin ella no se podría poner en marcha al motor. Se trata de piezas asequibles y pueden estar fabricadas de diferentes materiales muy resistentes.
Para mantenerlas hay que evitar que se deposite la suciedad alrededor del orificio de la bujía y también hay que evitar que la suciedad pueda caer dentro de la cámara de combustión.
Se pueden sacar y limpiarse correctamente, pero para colocarla, bujía tiene que ser apretada de manera correcta para que haga bien su función, de lo contrario podrá haber problemas de encendido del motor, disipación de calor insuficiente, etc.
Las bujías debemos cambiarlas cada determinado tiempo. Por ejemplo, las estándar o de cobre con un electrodo se cambian cada 10.000 kilómetros aproximadamente, las de cobre con dos o más electrodos se recomienda el cambio a los 15.000 Km., dependiendo de la clase dado que las mejores pueden llegar incluso a los 60.000 Km, que son las que tienen 5 electrodos.
SI queremos otras que duren mucho más se pueden elegir las bujías de indio o incluso las de platino, que duran unos 80.000 kilómetros por cada electrodo.