Dentro de la gran cantidad de piezas coches existentes nos encontramos con la correa de distribución, una de las piezas que todo conductor teme que se averíe. La razón es porque no es una avería precisamente barata y porque hay que dejar el vehículo en el taller para que la cambien.
Se debe tener presente que no existe un límite de tiempo ni tampoco de kilómetros que puedan tomarse como referencia para cambiar la correa de distribución. Cada vehículo es diferente y no todos los conductores utilizan el coche a diario, por lo que el cambio de esta pieza es diferente en cada caso.
Lo normal es que la vida útil de esta pieza varíe desde los 65.000 hasta los 160.000 kilómetros aproximadamente, aunque si se trata de los vehículos más modernos, la duración puede extenderse hasta más de 240.000 kilómetros.
Si no se usa demasiado el vehículo, se pueden tomar diferentes medidas para que la correa de distribución tenga una mayor duración. La más importante es seguir las instrucciones recomendadas por el fabricante.
Por otro lado, también se recomienda conducir de una manera moderada, evitando acelerones o hacer que el motor vaya demasiado revolucionado, tanto en ascenso como en descenso.
Nunca hay que llevar al límite esta pieza porque en caso de que ésta se averíe puede provocar serios problemas en el motor; problemas que seguramente ningún conductor querría para su coche. Si se rompe, la sincronización del motor deja de ser efectiva y podrían verse afectados los pistones, que acabarían rozando fuertemente contra las válvulas y también se estropearían las bielas, haciendo que la avería sea bastante seria.
A pesar de que la pieza en sí no es extremadamente cara, lo mejor, en caso de que haya que sustituirla, es buscar entre las piezas coches de un desguace autorizado.