Cristales del coche
Los cristales del coche son uno de los elementos imprescindibles tanto para la seguridad activa como pasiva de estos vehículos. Aíslan a los ocupantes del interior, permitiéndoles ver el exterior y contribuyen con el coeficiente aerodinámico del vehículo, especialmente a altas velocidades en carretera.
En lo referente a seguridad activa, los cristales del coche evitan que insectos, gravilla, polvo o simplemente el aire accedan al interior del habitáculo del coche además de servir como protección contra las bajas temperaturas y el ruido debido a que los cristales más modernos, están laminados y mejoran este aislamiento.
Descripción
Tips de mantenimiento
Como sucede con muchas otras piezas del coche, lo más recomendable para tener un buen mantenimiento es tenerlos lo más limpios posible empleando el limpiaparabrisas, pero no solo por fuera sino también por dentro. Esto se puede comprobar pasando un algodón por la parte interior y se podrá ver que hay acumulación de suciedad.
En carretera siempre es recomendable no viajar detrás de un camión ya que puede soltar gravilla y salir disparada hacia el parabrisas y hacerle una fisura. En cuanto a las ventanillas, nunca hay que empujar los cristales ni hacia abajo ni hacia arriba cuando estén siendo accionadas por el elevalunas dado que no solo podemos estropear los motores eléctricos sino también quebrar los cristales.
¿Crees que no puedes encontrar cristales de segunda mano en desguaces? La respuesta es sí, los cristales de segunda mano que uno puede adquirir en desguaces proporcionan la misma garantía que unos nuevos y permiten reducir los costes de esta pieza.
Principales averías y cómo detectarlas
Las principales averías que nos encontramos en los cristales es que tras el impacto de gravilla o incluso de un pájaro en el peor de los casos, el cristal quede con una fisura. Cuando aparece una fisura es necesario repararla e incluso a veces es necesario comprar un cristal para el coche nuevo ya que con las vibraciones del coche o los cambios de temperatura acabará haciéndose más grande.
Aunque son muy resistentes, tras un accidente, los cristales pueden quedar dañados y también será necesario cambiarlos al igual que cuando los rompen con intención de robar el vehículo o en su interior.