Si sale humo del capó, hay una luz roja de advertencia de temperatura en el salpicadero o el indicador de temperatura se acerca al máximo, es hora de salir de la carretera y apagar el motor antes de que empiece a hervir: está teniendo algún problema con el sistema de refrigeración de su coche. En esta situación debes hacer todo lo posible para evitar el sobrecalentamiento, un problema mucho mayor y seguramente sea momento de visitar un taller mecánico y buscar piezas de desguace para su reparación.
Por qué se sobrecalienta el motor
Cualquier indicio de sobrecalentamiento del motor es un problema grave, por lo que la mejor medida a tomar es apagar el motor para evitar daños mayores. Conducir un coche con el motor sobrecalentado puede deformar los cilindros y dañar el radiador o las piezas internas del motor, como las válvulas y los pistones.
Desgraciadamente, en algunas ocasiones ni siquiera dejar que el motor se apague, dejar que se enfríe durante una hora y complementar el radiador con una mezcla de líquido (50%) y agua (50%) puede solucionar el problema. Estas son algunas de las razones por las que un motor se sobrecalienta:
- El nivel de refrigerante puede ser extremadamente bajo.
- El termostato que permite la circulación del refrigerante puede estar atascado en la posición de cierre o puede haberse producido una obstrucción, tal vez a causa de los residuos en el sistema de refrigeración.
- El ventilador de refrigeración del motor deja de funcionar o los conductos del radiador se obstruyen con residuos.
- El tapón del radiador está dañado y ya no mantiene suficiente presión en el sistema de refrigeración, lo que permite que el refrigerante hierva.
- La junta de culata que sella el espacio entre la culata y el bloque del motor puede romperse, permitiendo que el refrigerante se escape a las cámaras de combustión.
- La bomba de agua deja de funcionar o la correa que la acciona se rompe o pierde su agarre, lo que imposibilita el correcto bombeo del refrigerante entre el motor y el sistema de refrigeración.
- Está superando la capacidad de refrigeración del vehículo, por ejemplo, llevando un volumen de carga exagerado para su vehículo.