A la hora de elegir el aceite lubricante para motores diésel de camiones o coches, muchas personas tienen dudas, después de todo, no cualquier producto disponible en el mercado es capaz de asegurar realmente el rendimiento y la protección adecuados del vehículo, los cual puede dañar piezas que después debes tratar de localizar en los desguaces online.
La elección de un aceite lubricante de calidad para los motores diésel es esencial para garantizar la seguridad y el rendimiento del vehículo, por lo que los propietarios y los mecánicos deben prestar atención a este punto.
¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de elegir el mejor aceite lubricante para motores diésel?
Ahora que conoces la importancia del aceite lubricante, puedes ver a continuación cómo elegir la mejor opción para los vehículos con motor diésel.
Composición
Un punto que hay que observar es la composición del producto, ya que un buen aceite lubricante debe contener ciertos aditivos que aseguren el máximo rendimiento en su composición, como por ejemplo:
- Anticorrosivos
- Antioxidantes
- Antidesgaste
- Antiespumantes
- Mejoradores de la viscosidad
Tipos
Además de la composición, el tipo de aceite lubricante que se utiliza en los motores diésel también es muy importante, por lo que hay que tener en cuenta este punto a la hora de elegir un producto. Actualmente, existen tres tipos:
- Aceites sintéticos
- Aceites minerales
- Aceites semisintéticos
Lo ideal para elegir el tipo de aceite lubricante es observar lo recomendado por el fabricante de cada vehículo. En general, el aceite más recomendado es el mineral, pero requiere cambios menos frecuentes que los aceites sintéticos y semisintéticos.
En cambio, los aceites sintéticos se cambian con más frecuencia que los minerales, ya que protegen mejor contra los depósitos de residuos. Sin embargo, se recomienda combinarlos con combustibles de calidad para conservar sus propiedades.
En general, no se recomienda el aceite semisintético, ya que es una mezcla entre aceites sintéticos y minerales y, por ello, puede comprometer el rendimiento y generar depósitos indeseables que pueden dañar el motor.