En plena revolución para acabar con los cambios de marcha manuales y sustituirlos por los automáticos, aún hay fabricantes que optan por seguir innovando y mejorando las piezas que podemos encontrar en nuestra central de desguace y la tecnología clásica, ofreciendo un sistema más eficiente y totalmente revolucionario. Es el caso del embrague by-wire, mostrado al gran público hace menos de un año y que pronto estará disponible en cada vez más vehículos comercializados. Este sistema, apoyado en la electrificación del vehículo, supone un cambio disruptivo en los sistemas de cambios. A continuación, te contamos por qué.
Adiós a la conexión física
El embrague by-wire implica que, desde ahora, el pedal de embrague no tendrá una conexión física con el sistema de embrague, lo que significa que seguiremos teniendo una caja de cambios manual pero el embrague será controlado de manera electromecánica. El modo de conducción será similar, pues seguiremos contando con nuestro pedal izquierdo y con la palanca de cambios; la diferencia radica en el mecanismo de transmisión: cuando pisemos el pedal, activaremos un sensor que lanzará una señal a la caja de cambios, tras lo cual acoplará o desacoplará el embrague para el cambio de marcha.
Este nuevo sistema, que está pensado para no suponer cambio alguno en la sensación de conducción, dado que el tacto con el pedal será muy similar, tiene una implicación fundamental en la eficiencia, dado que permitirá reducir las emisiones de CO2 de nuestro vehículo. Esto se explica porque el embrague by-wire permitirá que, al soltar el acelerador, el motor se apague y el embrague se desacople, volviendo a acoplarse cuando volvamos a pisar el acelerador o pisemos el freno. Al pisar el pedal izquierdo para cambiar de marcha, el motor se encenderá también y el embrague permanecerá desacoplado. Gracias al embrague by-wire podremos seguir disfrutando de la conducción manual de una forma más sostenible.