Actualmente todos queremos reducir nuestros gastos, ya que cada vez la vida en general es más cara. Esto hace que intentemos recortar gastos en cosas que pueden ser peligrosas para nosotros. Este es el caso de circular con el motor bajo de revoluciones, que aunque muchos piensan que sirve para ahorrar gasolina, son más los daños que puede ocasionar que los beneficios que tiene esta práctica para nuestro coche. Si no quieres tener que hacerte con una pieza de desguace antes de lo esperado, sigue leyendo.
¿Qué puede hacer a nuestro coche la circulación con revoluciones bajas?
Siempre se ha dicho que llevar el motor a bajas revoluciones sirve para ahorrar gasolina, aunque esto no es cierto del todo, ya que si las revoluciones son demasiado bajas en realidad el consumo no se reduce.
En cambio, lo que esta práctica ocasiona es que las piezas que componen el motor hagan un esfuerzo innecesario, lo que lleva a la acumulación de residuos mal quemados y a que nuestro coche sufra averías.
Por otra parte, cuando se circula a bajas revoluciones, el aceite tarda demasiado en alcanzar la temperatura óptima de funcionamiento, y si el aceite no está entre 80 y 90 grados, no lubrica de forma correcta las piezas del motor, pudiendo llegar a estropearlas, e incluso a hacer que tengamos que cambiar el motor entero del coche, cosa que es lo último que queremos si pretendemos reducir gastos.
Un aumento repentino de combustible obliga al motor a gestionar el mismo de manera forzosa en las cámaras de combustión, lo que además de ser dañino para las mismas, el carburante se desperdicia y se genera una gran cantidad de residuos, que posteriormente pasan por la válvula EGR, se acumulan y causan que los gases que expulsa el motor se queden en él, siendo esta una de las mayores causas de fallo del motor.
No olvides que es recomendable subir las marchas de vez en cuando para evitar todos estos daños innecesarios para nuestro coche y que nuestra cartera no sufra.