En las zonas más frías, en donde los termómetros llegan a alcanzar temperaturas bajo cero, debemos tener especial para que no se dañen las piezas de desguace de nuestro vehículo y en concreto, puede resultarnos de gran interés conocer una serie de consejos para arrancar el coche en frío.
Nuestros consejos
En primer lugar hay que apagar todos los aparatos del coche. Para no restarle energía a la batería es preferible que no haya nada encendido. La batería va a tener que realizar un esfuerzo extra para arrancar en frío y no hay que malgastar la electricidad disponible. Los elementos que más consumen son la radio, las luces, el aire acondicionado y los motores de las escobillas.
A continuación, cuando procedas a arrancar el automóvil, es aconsejable pisar a fondo el pedal del embrague. Al desacoplar la transmisión, el motor de arranque tiene que mover menos peso para hacer trabajar el motor. Este gesto nos ayudará a ahorrar batería y el motor de arranque se desgastará menos.
En la medida de lo posible trata de no forzar demasiado la batería. Si en 5 segundos no has conseguido arrancar el motor, es preferible aguardar otros 30 antes de volver a intentarlo. La batería entrega su máxima potencia en esos primeros instantes, y luego irá decayendo la fuerza si se mantiene. La dejaremos descansar un tiempo reducido para que recupere su potencia por completo.
Hay un consejo que no está demasiado extendido, pero que puede resultar de utilidad. Se trata del calentamiento de la batería. Existen muchos métodos para hacerlo, como la utilización de un secador de pelo o unos paños calientes.
En situaciones de mucho frío, los calentadores de los motores diesel resultan muy importantes para arrancar en estas circunstancias adversas. Se ocupan de calentar el aire y la cámara de combustión, algo que se vuelve relevante cuando se está a temperaturas bajo cero. Eso sí, se hace necesario que los calentadores se encuentren en buen estado, ya que el arrancado puede complicarse en exceso.