Hay piezas de desguace imprescindible en nuestro coche y donde podemos ayudarte, pero también hay otras que debes adquirir nuevas, como las escobillas limpiaparabrisas. Garantizan la adecuada visibilidad en cualquier condición. Nos pueden sacar de un apuro en una jornada de lluvia o cuando el polvo y la suciedad se acumulan sobre la luna. De ahí que mantener las escobillas en buen estado resulta esencial.
Con el tiempo se van desgastando y es posible que mucho antes de lo que piensas te veas obligado a cambiarlas. De ser así, no te preocupes, ya que podrías cambiarlas tú sin ningún tipo de problema.
Sustituir las escobillas del limpiaparabrisas
En primer lugar debes optar por escoger unas escobillas de calidad, que sean compatibles con las de tu coche. Si no lo tienes muy claro siempre puedes consultarlo con los profesionales de la casa de recambios.
Una vez que las tengamos será el momento de proceder a la sustitución. Hay que levantar los brazos de los limpiaparabrisas y extraer la escobilla que se encuentre en mal estado. Se trata de un proceso bastante sencillo, ya que será suficiente con apretar un botón o retirar un embellecedor para conseguir la extracción.
A continuación habrá que colocar la nueva escobilla, pero siguiendo los pasos inversos de la retirada. Comprueba de que quede bien encajada y que no se salga con demasiada facilidad al tirar de ella.
Recuerda que las escobillas se cambian siempre por parejas, así que habrá que realizar esta operación también con la otra que tenemos. Revisa que limpien correctamente, y de ser así, habremos finalizado el trabajo.
Como acabamos de comprobar, se trata de una tarea bastante sencilla que no debe de suponer ninguna dificultad, incluso para los conductores con menos destreza. Por muy poco dinero haremos la sustitución y estaremos dotándole al vehículo de una mejor visibilidad cuando las condiciones climatológicas no sean las adecuadas.