Los sistemas de seguridad como el ABS, el control de tracción y el control de estabilidad sólo funcionarán correctamente si los amortiguadores están en perfecto estado de funcionamiento. Por ello, si no te funcionan correctamente, deberías intentar encontrar una pieza en una central de desguaces, para poder sustituir tus amortiguadores cuanto antes.
Así afectan los amortiguadores
El desgaste de los neumáticos también puede aumentar hasta un 20% si los amortiguadores están dañados por un uso prolongado. Si están mal pueden provocar el aquaplaning del coche, ya que no generarán suficiente carga y fricción para mantener la suspensión baja y, en consecuencia, reducir la lámina de agua entre la superficie de la carretera y el neumático. ¡Unos amortiguadores en mal estado son un peligro para ti y para los que te rodean!
Para comprobar si el amortiguador está en buen estado (o no), intenta notar si la carrocería se balancea más de lo normal, si el vehículo empieza a escaparse al frenar y si hay una cantidad de aceite superior a la normal entre el eje y el cuerpo del amortiguador.
Si notas alguna de estas situaciones, no hay duda, es hora de cambiar el amortiguador.
En general, toda la suspensión debe ser revisada cuando surge un problema, ya sea en el amortiguador o en cualquier otra parte de la suspensión. Es entonces cuando también se recomienda evaluar y equilibrar las ruedas. Este es el momento ideal para hacer una revisión de la suspensión de su coche.
Recuerda cambiar siempre los amortiguadores por parejas, para evitar que un amortiguador viejo reduzca la vida útil del nuevo instalado.
Además del amortiguador, todos los demás componentes de su coche sufren desgaste, la sustitución debe hacerse detectando el problema o en carácter preventivo con las recomendaciones del fabricante.
Que tengas un buen viaje y sé siempre prudente en el tráfico.