Muchas de las piezas de desguace que se buscan, son también las piezas que más cuidamos en nuestro coche, pero hay otras a las que no les prestamos tanta atención.
Las escobillas del coche son uno de esos accesorios a los que no se les suele prestar mucha atención, especialmente en verano, pero que cuando no funcionan como es debido por una degradación de la goma, se convierte en un problema importante al circular cuando llueve. Estos son algunos consejos que debes seguir para realizar un mantenimiento adecuado.
Es completamente posible que siguiendo las indicaciones que dejamos a continuación, consigas ahorrarte una buena cantidad de dinero porque tendrás que proceder al cambio de las escobillas del coche mucho más tarde, ya que aprovechar al máximo la vida útil que ofrece este producto que es de los que sufre una mayor degradación al estar en el exterior vehículo.
Y consejos para un correcto mantenimiento
Es muy crucial no utilizar las escobillas cuando el cristal está congelado, algo que muchos tienen por costumbre para acelerar el proceso para eliminar la capa de hielo. Hacer esto daña la integridad de las gomas y, por lo tanto, estas quitarán de una forma deficiente el agua de la lluvia. Además, cuando llega la noche y se sabe qué hará mucho frío, es recordable separar el accesorio del cristal (o, en su defecto, poner un plástico o cartón entre este y la escobilla).
Cuando no funcionan especialmente bien las escobillas, es posible limpiarlas para eliminar restos que hacen que su funcionamiento no sea el adecuado. Lo ideal es usar para ello un trapo humedecido con agua -a la que se le pude añadir una pequeña cantidad de jabón-. Eso sí, siempre hay que abstenerse de productos químicos abrasivos, ya que afectan de manera negativa a la goma. Por cierto, si al utilizar este accesorio aparecen restos de agua permanentes en un lugar o si se muestran marcas de vibraciones, hay poco que hacer y se debe comprar unas nuevas.