El líquido de frenos es uno de esos elementos que solemos pasar por alto, pero que resulta vital para la seguridad. Sin él en buen estado, tu coche podría tardar más en frenar o incluso fallar en una situación de emergencia.
Aunque el fabricante suele recomendar cambiarlo cada 2 años, el uso real del vehículo y el tipo de conducción pueden acortar su vida útil. Pero, ¿cómo saber si es momento de sustituirlo?
Síntomas de que necesitas cambiar el líquido de frenos
El pedal de freno está esponjoso o se hunde más de lo normal.
La distancia de frenado ha aumentado.
Aparece un testigo luminoso en el cuadro de instrumentos.
Has notado que el freno pierde eficacia en bajadas o frenadas largas.
El líquido está muy oscuro o turbio (puedes comprobarlo abriendo el depósito).
Con el tiempo, este líquido absorbe humedad del ambiente, lo que reduce su punto de ebullición y puede provocar fallos graves, especialmente en frenadas intensas.
Cuánto cuesta cambiarlo
El coste suele oscilar entre 40 € y 90 € si lo haces en un taller, aunque también puedes comprar el líquido por tu cuenta y hacerlo tú mismo si tienes conocimientos básicos. Puedes encontrar líquido de frenos y otros repuestos compatibles con tu coche directamente desde nuestra plataforma especializada.
Conclusión
Cambiar el líquido de frenos es una de esas pequeñas tareas de mantenimiento que pueden salvarte la vida. Si notas alguno de los síntomas anteriores, no lo dejes pasar.
Si estás buscando piezas relacionadas con el sistema de frenos —como bombas, discos o sensores ABS—, puedes buscarlas por matrícula en Desguaces y Piezas, y asegurarte de que sean 100% compatibles con tu vehículo.
Este análisis se basa en los datos de más de 400,000 pedidos realizados en nuestra plataforma desde el año 2014, lo que nos permite identificar con precisión qué repuestos tienen mayor demanda debido a fallos frecuentes.