Si le gusta la sensación de pasar meses sin ir a los talleres y solo visitarlos cuando el coche presenta problemas, debes saber que eres víctima de una falsa impresión de ahorro en economía. Cada una de estas visitas al taller, tras notar fallos en el vehículo, está costando mucho más de lo que costaría, si se realizaran las revisiones a tiempo.
El mantenimiento preventivo sirve precisamente para predecir problemas en el coche y tener que acabar buscando piezas en la central de desguaces.
Evita sorpresas desagradables
Muchos de los problemas de tu coche pueden rastrearse y solucionarse antes de que se conviertan en problemas graves. Todas las piezas tienen una vida útil determinada y muestran síntomas cuando sufren desgaste. Así, realizando un mantenimiento preventivo y cambiando estas piezas en el momento adecuado, se evita el riesgo de que algún componente se detenga definitivamente y se quede en la estacada por una avería mecánica.
Proporciona mayor seguridad
Un vehículo mal cuidado es un peligro para el conductor y para el tráfico en general. Recuerda que todo en tu coche está programado para trabajar en conjunto. Cuando un componente, por sencillo que parezca, pasa su vida útil y empieza a sufrir un desgaste exagerado, puede causar grandes daños a tu seguridad.
Reduce los costes
Sí, realizar un mantenimiento preventivo te permite ahorrar dinero. Esto sucede por dos razones principales. La primera es que un coche no regulado, por lo general, consume más combustible y desgasta las piezas más rápidamente. La segunda es que el mantenimiento correctivo siempre será más caro que el preventivo.
En la práctica, sucede lo siguiente: si en la revisión hay que gastar 200€ cambiando una pequeña pieza que ha llegado al final de su vida útil significa que, si no se cambia, puede dañar otras piezas e incluso todo un sistema, causando gastos mucho mayores.