Todos los coches que circulan por carretera deben tener un sistema de frenado que funcione, porque es un componente de seguridad importante. Los frenos se desgastan gradualmente con el tiempo, y es importante conocer las señales que indican su desgaste para poder repararlos. El desgaste de los frenos puede deberse a diversos factores, como el uso excesivo, las frenadas bruscas y constantes y la conducción por terrenos accidentados. Esto es lo que debes saber sobre el desgaste de los frenos del coche.
Identificar el desgaste de los frenos
Es vital identificar los discos de freno desgastados o dañados cuando el sistema de frenado necesita ser eficaz. Hay varias señales a las que debes prestar atención y que indican desgaste de los frenos. Una comprobación visual de los discos de freno es uno de los primeros pasos, pero otras señales pueden incluir comprobaciones del sistema de frenos y señales de advertencia, uniformidad en el frenado y anomalías durante la conducción. Lo mejor es que lleves tu coche a revisión si notas alguno de estos signos.
Factores que afectan al desgaste de los frenos
Hay varios factores que pueden afectar al desgaste de los frenos. Una frenada excesiva y prolongada puede hacer que los discos se desgasten más rápido, al igual que una frenada brusca y constante. Conducir por terrenos accidentados también puede hacer que los frenos se desgasten más rápidamente. Es importante tener en cuenta estos factores si necesitas cambiar los frenos con más frecuencia de lo normal.
Reconocer los síntomas del desgaste de los frenos
El síntoma más importante de que hay que cambiar los frenos es que el líquido de frenos está bajo, lo que puede significar que las pastillas se están desgastando. Otros síntomas pueden ser ruidos chirriantes o raspantes, aumento de la distancia de frenado o una “hinchazón” perceptible cerca del extremo de la rueda. Si observas alguno de estos síntomas, lo mejor es que lleves tu coche inmediatamente al servicio de frenos.
Cómo reducir el desgaste de los frenos
Para mantener los frenos en condiciones óptimas el mayor tiempo posible, es importante practicar buenos hábitos de conducción. Conducir a una velocidad moderada y evitar las frenadas bruscas puede contribuir en gran medida a reducir el desgaste de los frenos. Además, asegúrate de que un profesional te haga una revisión a fondo cada dos meses para identificar posibles problemas.