Cada vez es más habitual que los coches incluyen un sistema de entrenamiento avanzado, lo que evita que se tenga que usar el teléfono para poder disfrutar de archivos de música. Eso sí, la compatibilidad que suelen ofrecer esto es algo restringido, por lo que debes tener muy presente esto para no llevarte desagradables sorpresas o que tengas que cambiar tu sistema por ejemplo buscando piezas de desguace.
De lo que estamos hablando son de archivos de música que están comprimidos, lo que permite guardar una buena cantidad de ellos en dispositivos de almacenamiento en grandes cantidades. Y, además, son muy sencillos de gestionar, ya que puedes copiarlos desde el ordenador o el móvil.
Los tipos de archivos de música que no te darán problemas
Aunque es posible que el sistema de entretenimiento que tienes en el coche ofrezca una compatibilidad amplia, lo ideal es que te decantes por dos tipos de archivos para que estés seguro de que no tendrá problema alguno. El primero son los WMA. Estos son bastante buenos en calidad y, generalmente, no dan problemas a la hora de manipularlos y reproducirlos. Pero, eso sí, no tiene un alto porcentaje de compresión, por lo que pueden ocupar más de lo deseado.
Los segundos, y más recomendables, son los MP3. Con el paso del tiempo se han convertido en un estándar debido a que son bastante pequeños, ya que ofrecen un ratio de compresión excelente. Además, su calidad es muy buena, porque superan lo que es capaz de distinguir el oído humano a poco que ofrezcan definición de 128K. Por lo tanto, si tienes que decantarte por alguno en el caso de crear tus propios archivos de música, esta es la mejor opción posible.
¿Se pueden utilizar en almacenamiento externo? Pues esto es algo que hace a estos ficheros recomendables, ya que puedes llevarlos en pendrive o tarjetas de memoria sin problemas. Y, las conexiones correspondientes, nunca faltan en los sistemas de entrenamiento que tienen los coches actuales.
