Después de haberle sacado todo el rendimiento posible a tu vehículo, lo has reparado mil veces, le has puesto las mejores piezas de desguace, pero llega el momento de deshacerse de él. Si ya tiene unos cuantos años es probable que no le puedas dar una salida en el mercado, por lo que te verás en la obligación de darlo de baja. ¿Pero en qué consiste el trámite de dar de baja un coche?
Los trámites a realizar
Es un proceso obligatorio para retirar el vehículo de la circulación cuando ha llegado el fin de su vida útil. Para ello únicamente deberás llevarlo a un desguace o Centro autorizado de tratamiento de vehículos. Ellos se ocuparán de todo el papeleo sin necesidad de que acudas a las oficinas de Tráfico y te darán un certificado de destrucción del vehículo y el justificante de la baja definitiva.
Con este último documento podrás acreditar ante cualquier administración que el vehículo ha causado baja. Hay un sistema de verificación que facilita la confirmación por internet.
Los que necesitas para dar de baja el coche en un centro autorizado de tratamiento de vehículos es entregar dicho automóvil, la documentación original del mismo (permiso de circulación y tarjeta de ITV) y en el caso de que el titular del vehículo hubiera muerto, aportar una declaración responsable de baja definitiva del coche por fallecimiento del propietario.
Otro caso bien distinto será cuando se traten de vehículos históricos o de época, destinados a museos que no vayan a destruirse. En ese caso, en vez de llevarlo a un centro de tratamiento de vehículos hay que ir a una oficina de Tráfico o en su defecto pedir de manera electrónica su baja.
Es importante que repares en un tema. Cuando sobre un coche existe algún precinto no habrá posibilidad de formalizar dicha baja. Previamente tendremos la obligación de cancelar el precinto.