Los vehículos cada vez tienen piezas de desguace más sofisticadas, una de ellas nos permite cargar el móvil. Cada vez son más los teléfonos que incluyen la opción de realizar cargas rápidas para reducir de forma considerable el tiempo que tardan en rellenar su batería. Esta opción, pese a lo que puedas creer, tienes la posibilidad de aprovecharla en el coche de forma sencilla y sin tener que hacer un desembolso demasiado elevado.
Básicamente, de lo que se trata es de conseguir un cargador que se conecta a la toma de mechero que ofrezca una potencia de carga que supere los 15W, que es lo que se considera actualmente el mínimo para ofrecer compatibilidad con Fast Charge. Evidentemente, existen opciones superiores que puedes conseguir, y que debes saber que no te darán problemas- porque incluyen tecnología de automodulación-. Esto quiere decir que detectan lo que necesita el teléfono y no superan la potencia compatible para que no existan problemas de estabilidad o altas temperaturas.
El cable también es importante
Esto es algo en lo que no se fijan muchos, pero si el cable que se utiliza no es lo suficientemente bueno para admitir potencias altas de energía, se pueden tener problemas de cargas no eficientes e, incluso, es posible que acabe dañándose el propio accesorio. Por lo tanto, es vital para estar siempre tranquilo, que compruebes si el cable ofrece compatibilidad con carga rápida para no tener problemas. Incluso, algunos adaptadores para el mechero no suministran energía por encima de los 15W si detectan que el cable no ofrece las garantías necesarias.
En consecuencia, para no dañar nada del smartphone y aprovechar la posibilidad de cargar el 50% de la batería en 30 minutos, debes hacerte con adaptador compatible con carga rápida. Y, algo muy positivo, es que existen modelos de muy buena calidad que no superan los 15 euros. Toda una ganga.