Una de las cosas que resulta especialmente importante a la hora de realizar un mantenimiento global del coche que tienes, es pasar la ITV para que pueda seguir circulando sin problemas. Si estás en ese momento en el que dudas de si el vehículo que tienes dará la talla, te indicamos algunas cosas que puedes hacer para tener muchas más opciones de ser denominado apto.
Lo primero que debes saber es cuándo debe pasar la ITV un turismo. Los primeros cuatro años desde la matriculación están exentos, por lo que no debes preocuparte de ello. Si el coche que tienes tiene una antigüedad de cinco a diez años, será cada dos años cuando tendrás que visitar el centro correspondiente para pasar las pruebas. A partir de este momento, cada doce meses tendrás que hacer esto. Así es la legislación actual.
Algunos consejos que son útiles
Si has comprobado con los datos anteriores que tienes que ir a pasar las pruebas correspondientes, existen algunas cosas que puedes hacer para aumentar tus posibilidades. Son las siguientes:
Extrema la limpieza: el subconsciente es importante, y si la percepción de operario es la adecuada, tienen mejores perspectivas en caso de duda. Además, la idea de que el coche está muy bien cuidado hará que se busquen pequeños fallos con menos intensidad. Esto es fundamental.
No dejes de revisar los neumáticos: si no se cuida este detalle, puedes tener problemas, ya que si se detecta una rueda que no corresponde por medida o tiene un dibujo deficiente (menos de 1,6 mm), puede venir en cascada la búsqueda de fallos que hagan que no pases la ITV. De nuevo, la percepción es vital.
Las luces, vitales: es de las primeras pruebas que se le suelen realizar a un coche en la ITV. Si las cosas no van bien, seguro que el resto de las pruebas se mirará al coche de una forma negativa. Por lo tanto, nada de ir a pasar la ITV con una luz fundida o rota.
Si esto es algo que tienes bien controlado, es muy posible que algunos pequeños fallos puedan pasar desapercibidos y obtener un resultado positivo cuando no te lo esperabas.
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