Si eres un apasionado de la mecánica sabrás cuáles son todas y cada una de las piezas de un coche, pero no todo el mundo las conoce. En este artículo vamos a hablar de la culata, una de las partes más importantes de un coche, ya que sirve como soporte de muchas otras piezas de desguace.
¿Para qué sirve exactamente?
La culata, también llamada cabeza del motor, aloja las válvulas de admisión, las de escape, los pistones y otras muchas piezas y componentes de nuestro vehículo. La culata está unida al motor de nuestro coche con tornillos y la junta de culata, que sirve para sellar de manera correcta ambos componentes para que puedan soportar las temperaturas altas que alcanza el motor en la cámara de combustión.
Su cometido es evitar que haya pérdidas de compresión o fugas del líquido de refrigeración. Para ello, está fabricada con hierro fundido o aleación de aluminio, materiales que hacen que se consiga el equilibrio entre los altos niveles de resistencia y rigidez a la vez que tienen una buena conductividad térmica para que se pueda expulsar al exterior el calor de la cámara de combustión y así se pueda mejorar el rendimiento del coche al elevar la relación de compresión.
¿Cómo podemos detectar una avería en la culata?
Una de las señales que nos avisan de una posible avería en la culata es que salga humo blanco por el tubo de escape continuamente, debido a que ha entrado agua durante la combustión por una rotura de la culata. En otras averías de la culata, pueden aparecer fugas de aceite en la junta de la culata o grietas en su propia estructura, que causan una pérdida de compresión en el motor. Estas averías suelen tener un arreglo que puede ser costoso para el dueño del coche, por eso si notas algo distinto en el funcionamiento de tu coche debes acudir al taller cuanto antes, porque una avería de culata tratada a tiempo puede significar que el motor nos dure unos años más y ahorrarnos comprar uno nuevo durante un tiempo.
