Posiblemente muchos de los vehículos que circulan hoy en día por Alemania acabarán en los desguaces de coches, al menos eso es lo que podemos imaginar después de la decisión tomada desde el Consejo Federal de este país.
Adiós a los vehículos con motor de combustión en Alemania
Los 16 estados que forman parte del Consejo Federal o Bundestat, han aprobado una resolución que hará que se prohíba la venta de vehículos con motorización de gasolina o diesel (combustión interna) a partir del próximo año 2030.
El principal objetivo de esta resolución es buscar la reducción de las emisiones contaminantes que se acordó durante el primer pacto mundial sobre el clima, algo que quedó rubricado dentro de la Conferencia de París en el pasado mes de diciembre del año 2015.
Este anuncio se limita únicamente a determinar en qué momento los vehículos de combustión interna dejarán de ser vendidos en el futuro pero no quiere decir, al menos en lo inmediato, la prohibición de empleo de aquellos que se hayan vendido en años previos.
Se trata de estimaciones en las que los expertos apuestan por destacar que habrá que esperar al menos otras dos décadas antes de que entre en vigor alguna clase de ley que prohíba o limite de alguna forma el uso de cualquier clase de vehículo de propulsión convencional, es decir, de combustión interna, sean diesel o gasolina.
Esta fecha estimada se basa principalmente en el compromiso que tiene Alemania de fijar para el próximo año 2050 la reducción del dióxido de carbono entre el 80% y el 95%.
Por otro lado, y para ir apoyando la expansión de ventas de vehículos que tengan emisiones reducidas o nulas, desde el Consejo de Ministros aprobó durante el pasado mes de mayo un proyecto de ley con el que se subvencionarán con 4.000 euros la compra de vehículos eléctricos y de 3.000 euros la compra de uno híbrido.