Todas las piezas coches que forman parte del sistema de frenos deben ser cuidadas en todo momento para que el vehículo frene de manera correcta, aunque puede que en alguna ocasión el vehículo no frene como debería y podamos tener un problema. Por eso es tan importante realizar de forma periódica una revisión para asegurarnos de que están en el mejor estado operativo posible.
Si el coche no frena… ¿qué hay que hacer?
Es raro que el coche no frene pero en caso de que no lo haga, debemos tener muy presente el freno motor para conseguir que el coche pueda reducir la velocidad dado que se irá reduciendo de marcha y finalmente podamos frenar el vehículo estando en segunda o incluso a primera y utilizando el freno de mano poco a poco.
Si el coche no frena puede ser que sea porque el pedal de freno esté atascado. Hay que probar a elevar ligeramente el pedal colocando el pie por debajo. Cuando se haya hecho hay que intentar pisar el freno de nuevo para ver si funciona correctamente o no. En caso de que funcione, lo que hay que hacer cuanto antes es ir a un taller para que se encarguen de revisar de nuevo todo el sistema de frenos.
En caso de que ninguno de los métodos anteriores sea posible y circulamos por una zona donde podamos contactar con un lateral del coche contra una superficie para detenerlo, es una alternativa de emergencia. Obviamente rallaremos toda la chapa y puede que la destrocemos, pero siempre será mejor eso que tener un accidente y estrellarse.
Si la carretera por la que circulamos hay una zona de frenado, es importante recurrir a ella porque es una de las pocas formas que tenemos de parar con cierta seguridad, especialmente si estamos bajando en una pendiente.
