El coche hay que cuidarlo en todo momento, especialmente en los más duros, como el invierno donde las piezas de los coches pueden deteriorarse por la acción del frío o perder su máxima operatividad, por eso debemos extremar el cuidado de nuestro coche en esta temporada en la que nos encontramos.
Debemos revisar la batería porque es uno de los elementos mecánicos que más sufre con las bajas temperaturas. Aquellas baterías que tienen entre 4 y 6 años de antigüedad comienzan a perder efectividad y lo más recomendable es cambiarlas porque nos expondremos a que dejen de estar operativas al máximo y llevarnos una sorpresa.
También hay que revisar el líquido anticongelante, dado que éste es efectivo pero solo hasta determinada temperatura y además con el uso va perdiendo sus propiedades. Nunca hay que olvidarse de comprobar su nivel y el color que tiene, cuanto más vivo en mejor estado se encontrará, todo lo contrario si su color es apagado.
El estado de los neumáticos es primordial dado que la lluvia, la nieve, el frío y el hielo no son buenos amigos de ellos, especialmente si tenemos los neumáticos un poco gastados. En este caso, y si vivimos en una zona donde haga bastante frío, es recomendable montar neumáticos de invierno.
El alumbrado del coche es otro de los aspectos que también hay que controlar dado que en invierno hay menos luz que en verano y también menos visibilidad, por lo que para ahorrar accidentes debemos comprobar que funcionen correctamente todas las luces del vehículo.
Tampoco podemos olvidarnos de permitir que el motor del coche se caliente al ralentí, para que el coche y los líquidos cojan temperatura poco a poco y sin dar acelerones al coche. Si ha helado la noche anterior debemos levantar los limpiaparabrisas para que la goma no quede pegada al cristal, también debemos contar con accesorios para el invierno como material para retirar el hielo del parabrisas, comprobar el funcionamiento de la luneta térmica y revisar el sistema de calefacción entre otros aspectos de importancia.