Si realizamos una valoración de vehículos con los que cuenta el parque automovilístico de nuestro país no destacamos precisamente por contar con un parque moderno sino todo lo contrario, es bastante viejo. No importa que haya plan PIVE, PIMA o los que sean, las personas somos bastante reacias a comprar un coche nuevo, sobre todo en estos momentos en los que aunque parece que la crisis está amainando, no podemos hablar de una gran estabilidad económica, por eso es mejor no arriesgarse.
Según diferentes estudios, el parque móvil de nuestro país cuenta con una media de más de 10 años, sobrepasando a la media europea que se encuentra en aproximadamente 8 años. Actualmente nos encontramos a la altura de países como Grecia o Estonia en este aspecto aunque poco a poco los planes están influyendo en una renovación, aunque hay que decir que es mínima, sobre todo sabiendo que las subvenciones son cada vez más pequeñas.
Los datos de ventas de muchas grandes firmas que tienen presencia en nuestro país han mostrado un pequeño repunte, pero todavía no se llega a las cifras de ventas que esperan, y puede que se tarde bastante en llegar a las cifras esperadas aunque cada año vayan aumentando poco a poco las ventas.
Muchas personas podrán decir que no hay nada de malo en tener un parque móvil con cierta edad, pero sí que lo hay, los vehículos fallan en determinadas edades, la seguridad se reduce y el hecho de tener un coche con cierta edad significa tener que pasar más veces por el taller, por lo que se convierte prácticamente en una renta su mantenimiento.
Pero la situación actual ha hecho que se utilice el coche hasta que se pueda adquirir otro, convirtiendo a las carreteras en menos seguras, algo que no ocurriría si se incentivase más la compra de coches nuevos. La última ayuda de 1.500 euros parece que no ha sido suficiente reclamo y mientras se busca una solución, los vehículos siguen envejeciendo.