El ser humano tiene un gran sentido de la competitividad, algo que podemos ver reflejado en infinidad de cuestiones, sobre todo en cuanto a tecnología y dentro de ese apartado los automóviles. Si hacemos una valoración de vehículos, mejor dicho, superdeportivos, no podemos dejar de pensar en el conocido Bugatti Veyron, considerado hasta hace un tiempo como el coche de producción más rápido del mundo, pero ese honor ha sido ganado a pulso por el Hennessey Venom GT.
Este modelo ha conseguido llegar nada menos que a los 435,31Km/h como velocidad máxima en las pistas del Centro Espacial Kennedy de la NASA; en pleno Cabo Cañaveral, perteneciente al estado de Florida.
De este coche podemos decir que está fabricado sobre la base del Lotus Exige y cuenta con un monstruoso motor V8 biturbo de 7.0 litros que cuenta con nada menos que 1.244 caballos de potencia, la misma cifra que su propio peso.
En su momento, los ingenieros de Hennessey aseguraron que de haber sido más larga la pista, seguro que el coche hubiera superado tranquilamente los 440 kilómetros por hora, una auténtica barbaridad a la que ningún coche podría llegar en una carretera, pero ese es el espíritu de competitividad del que os hablábamos al principio de esta entrada, la motivación de seguir superándose poco a poco y seguramente el récord ya estarán intentando quitárselo otros modelos de coche.
A pesar de todo, de este coche se fabricarán 29 unidades, de los cuales su precio no será precisamente barato y solamente los bolsillos más llenos podrán hacer frente al brutal consumo de combustible que debe tener este coche, como también brutal podrá ser la cuota que tenga que pagar de seguro, eso si hay alguna compañía que se atreva con ello.