El motor de un vehículo está compuesto de un gran número de piezas diferentes, todas con una función específica y una vida útil, pero todas están expuestas a una avería, a los efectos de un accidente o simplemente al desgaste. En este artículo queremos compartir con vosotros cuáles son las piezas de coches más caras de sustituir.
El turbo es una de las piezas más caras para sustituir en el motor de un coche y según coinciden los expertos, uno de los principales problemas que afecta a esta pieza es tener problemas de lubricación.
Tanto si nos pasamos como si nos quedamos cortos puede producirse una avería que puede ser un duro varapalo para quien tenga que hacer frente a ese arreglo. Dependiendo del modelo de coche, la pieza puede tener un precio que va desde los 750 hasta los 1.500 aproximadamente, a lo que hay que sumar la mano de obra, por lo que esta avería es una de las más caras.
La junta de culata puede convertirse en otra pesadilla para el propietario que tenga un motor con una fisura (por pequeña que sea), porque de la junta de culata depende el funcionamiento de gran parte de la mecánica del coche y es una pieza que no resulta especialmente asequible para un bolsillo común.
Un mal mantenimiento, circular demasiado tiempo con el depósito en reserva, exceso de agua en el motor o simplemente el desgaste, puede hacer que se estropeen los inyectores, unas válvulas que tienen como misión enviar la cantidad exacta de combustible que necesita el motor en todo momento.
Si el coche es diesel el precio de los inyectores está en torno a los 300 euros y a los 600 aproximadamente en caso de que sea de gasolina, a lo que hay que sumar la mano de obra, haciendo que esta avería se lleve otro importante pellizco de nuestra economía doméstica.
Aunque estas son las tres que hemos elegido, tampoco podíamos olvidarnos de la válvula ERG, la correa de distribución o el catalizador.
Además, no podemos olvidar que un vehículo existen piezas que, aunque creamos de menor importancia, también son necesarias cambiarlas consiguiendo un precio reducido, como hacemos cuando elegimos un parasol de segunda mano.
