Además de encontrar piezas de desguace o recambios para vehículos, los desguaces cumplen otra función muy importante hoy en día y es que son parte indispensable del Plan PIVE para muchas personas dado que para solicitar las ayudas de este plan, hay que enviar el coche al desguace para obtener el Certificado de Destrucción obligatorio, sin él no se puede comenzar el proceso.
Para evitar la trampa, el Gobierno ahora exige que el coche que se va a dar de baja para aprovechar las ayudas, debe estar a nombre del dueño durante al menos un año y tener la ITV en vigor, a lo que hay que sumar el justificante de baja definitiva en Tráfico y la acreditación de haber pagado el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) actualizado.
Gracias a estos documentos, ya solo queda acercarse a un concesionario y elegir el vehículo nuevo que más se adapte a nuestras necesidades o a nuestro bolsillo, siempre que su precio sin el IVA no supere los 22.000 euros, requisito indispensable en el último Plan PIVE.
Esta restricción está solo para aquellos vehículos que cuenten con motor a gasolina o diesel pero aquellos vehículos eléctricos puros, de autonomía extendida o híbridos enchufables, tendrán una restricción bastante más flexible y cuya cifra llega hasta los 40.000 euros.
Gracias a este plan, cuando se vaya a abonar la factura del vehículo se recibirá como beneficiario un mínimo de unos 1.500 euros de bonificación, aunque esa cifra puede llegar hasta los 3.000 euros si el coche es un vehículo familiar de más de cinco plazas.
Si tienes pensado cambiar de coche, ahora ya sabes cuáles son los principales requisitos para aprovecharte de estas ayudas del estado y cuáles son los pasos que hay que dar para poder formalizar los trámites y acceder a las ayudas estatales.