Estamos en primavera y con ella comienza a llegar el buen tiempo y también las tan molestas alergias. Por ello nunca está de más echarle un ojo al filtro del habitáculo de nuestro vehículo para ver en qué condiciones está y si procede cambiarlo, pudiendo ir a un centro de desguaces para ahorrar un poco de dinero y tener uno en perfectas condiciones.
Esta clase de filtros, también conocido como filtro antipolen, se encuentra en el sistema de ventilación del vehículo, independientemente de si éste cuenta con climatización o no. Su función es filtrar el aire que viene del exterior para que llegue en las mejores condiciones, impidiendo o al menos reduciendo considerablemente la entrada de muchos agentes contaminantes así como polvo, gases y polen.
Se debe tener en cuenta que dependiendo del tamaño del vehículo, especialmente si son monovolúmenes, grandes todoterreno o berlinas, el sistema de ventilación puede contar con varios filtros de habitáculo, por lo que antes de comprar los recambios hay que asegurarse del número de filtros con los que cuenta el vehículo en cuestión.
Podemos encontrar varios modelos de filtros del habitáculo, el filtro de polen simple (el más sencillo de todos) y el filtro de carbón activo. Este último, además de proteger de diferentes agentes y partículas como el polen, al ser de carbón, es muy eficaz contra la polución y también contra los olores desagradables. Si se desea tener más efectividad en el filtrado de aire, no suele haber problema en cambiar el filtro normal por uno de estos de carbón activo.
No se puede creer que un filtro de estas características puede durar eternamente, aunque sí mucho tiempo. Pero es necesario cambiarlo porque cuando pasa el tiempo se llega a acumular tal cantidad de residuos que alguno podría llegar a meterse en el coche por el sistema de climatización y tener que bajar las ventanillas para que se disipe esa atmósfera.
Además, aunque normalmente los fabricantes no dan instrucciones explícitas para sustituirlo, siempre hay que usar un poco de sentido común dado que si nos movemos normalmente por una zona rural, el filtro estará siempre en mejores condiciones que si nuestros desplazamientos se hacen principalmente por la ciudad o zonas muy industriales.
¿Qué ocurre cuando un filtro se ensucia o engrasa?
Reduce considerablemente el flujo del aire del ventilador y puede impedir el desempañado correcto del parabrisas
El olor de la ventilación se vuelve desagradable, pudiendo producir incluso mareos a algunas personas
Con estos síntomas seguro que no tardaréis en buscar un repuesto para vuestro filtro pero… ¿cómo se cambia? O bien lo podemos llevar a un mecánico, a quien no le costará demasiado trabajo cambiarlo o podemos hacerlo por nuestra propia cuenta. Lo primero que hay que saber es dónde se encuentra exactamente este filtro. Si no podemos mirarlo en la información del fabricante, seguro que no habrá problema en encontrar estas especificaciones en Internet o en caso contrario con hacer una llamada a la casa ya lo tendremos localizado. Y por último, cuando vayamos a cambiarlo, es recomendable rociar tanto el filtro como las canalizaciones con una solución antibacteriana, con lo que mejoraremos exponencialmente su efectividad.