Aunque a nadie le guste, cualquier conductor está expuesto a accidentes y pueden darse casos de siniestro total. ¿Qué es exactamente el siniestro total? Depende un poco de cada compañía aseguradora aunque a groso modo quiere decir que cuando el perito examine el coche tras el accidente, determine que repararlo sale más caro que el valor que tenía el coche en sí antes del accidente, por lo que lo más recomendable es enviarlo a un desguace y que se hagan cargo de su achatarrado.
Para ello, debe ser la propia compañía aseguradora quien debe decidir si es más conveniente realizar una profunda reparación del vehículo o sustituirlo por otro, pero se debe tener en cuenta tanto la antigüedad como el alcance de los daños recibidos por el vehículo en el accidente.
Pongamos un caso práctico. Se produce un accidente y un perito de la aseguradora será el encargado de establecer el valor real del coche, siempre en función de una base de datos interna de la compañía para la que trabaja. Si el vehículo ha quedado completamente inservible, el asegurado no tendrá que preocuparse por él, pero la compañía de seguros intentará sacar el máximo partido del coche siniestrado, pudiendo ser vendido como piezas de repuesto para ser usadas en otros vehículos.
Pero… ¿qué pasa cuando no se da este caso? Cuando no se llega a un acuerdo entre la valoración del perito y el propietario del vehículo pueden aparecer problemas sobre quién puede realmente decidir sobre el coche; por una parte el propietario, porque el coche es suyo, pero por otra parte la aseguradora porque se ha firmado un contrato con ellos y hay un baremo de lo máximo que se puede pagar, por tanto, hay límites.
Eso sí, el asegurado debe quedar o igual o en similares características con su vehículo antes de producirse el siniestro o por lo menos lo suficientemente gratificado por este accidente, para lo cual debe ser cubierto en los mejores términos posibles. En caso de que el propietario decida reparar el vehículo a pesar de que haya sido declarado como siniestro total, la aseguradora no deberá poner ningún problema, pero eso sí, toda la indemnización recibida tendrá que ir destinada íntegramente a pagar la reparación.
Este no es un caso que se suela dar con mucha frecuencia porque todo el mundo sabe que cuando un coche sufre serios problemas estructurales y hay que llevar lo a la horma y reparar todos sus daños, la integridad es parecida, pero ya no es la misma, porque el coche puede resentirse de ese accidente. Lo más normal es que sea el propietario quien decida deshacerse del coche y dejarlo como siniestro total.
Por ello, es muy importante leer bien el contrato que se va a firmar con la aseguradora, especialmente la letra pequeña y si hay dudas, exponérselas al agente de seguros, quien explicará cuales son las cantidades máximas a pagar en caso de tener un accidente y que éste sea calificado como de siniestro total.