La caja de cambios es uno de los elementos indispensables en cualquier vehículo y aunque están hechas para durar mucho tiempo, pueden tener un fallo mecánico, bien sea de facturación o provocado por el conductor. En caso de que suceda un caso similar hay que ver si se puede arreglar fácilmente y qué presupuesto nos dan, de lo contrario lo mejor es buscar una buena caja de cambios de segunda mano.
Este elemento tiene como función principal el de hacer de intermediador entre el cigüeñal y las ruedas para que éstas obtengan siempre el par motor requerido para poder mover el vehículo, aumentando o reduciendo la cantidad de revoluciones y aprovechar todo el potencial del motor.
Aunque se trata de una pieza metálica, no es indestructible y podemos dañarla si no la cuidamos. Meter las marchas a medio embrague, empujar la palanca de cambios con brusquedad, apoyar la mano en la palanca de cambios durante mucho tiempo o incluso reducir saltándose varias marchas, son causas que pueden afectar al buen funcionamiento de la caja de cambios y se puede llegar a estropear.
Junto a las averías de embrague o una fisura en la junta de culata, una avería en la caja de cambios puede llegar a suponer un importante desembolso económico. Puede llegar a ser casi tan caro el arreglo como una caja de cambios nueva, por lo que si el presupuesto que nos dan se escapa de nuestro bolsillo, las cajas de cambio de segunda mano son la alternativa ideal.
En este caso no se habla de un poco de pintura levantada, una pequeña abolladura o cualquier otro defecto leve que pueda producirse en un vehículo, es una avería seria que solamente debería tratar un profesional cualificado con las herramientas y recambios necesarios, de lo contrario no se podrá reparar.