Una de las piezas de desguace más comunes a la hora de buscar un recambio es la junta de culata, un elemento indispensable para el correcto funcionamiento del motor y que debido a sus cualidades es una de las más caras y que si nos falla, corremos el peligro de que el motor se vea dañado así como muchas otras piezas de la mecánica del automóvil.
Lo más normal es que la junta de culata, debido a sus características y robustez, sea la pieza que menos esperamos que se estropee, pero un accidente puede provocar una fisura así como el desgaste por el uso a lo largo de los años, lo que puede hacer que esa fisura se haga más grande y el coche pierda compresión dado que está unida al motor de manera hermética.
Detalles que revelan fallos en una junta de culata
Podemos observar diferentes detalles que nos revelarán que la junta de culata está en mal estado y que nos pondrán en alerta como por ejemplo la pérdida de líquido refrigerante, aceite o el sobrecalentamiento del motor. Estas situaciones reducirán la pérdida de potencia del motor, por lo que rendirá menos.
También podemos darnos cuenta de que la junta de culata falla es porque el sistema de refrigeración tiene mucha presión, el líquido refrigerante sale de color marrón, se produce humo blanco en el escape y el motor tiene dificultades para arrancar.
Debido a su importancia en el funcionamiento del un vehículo se ha convertido en una de las piezas más caras, lo que hace que cada vez sea más común buscar estas piezas en desguaces para ahorrar la diferencia que habría si se compra una nueva.
Además del propio precio de la junta de culata hay que decir que hay que sumar las horas de trabajo dado que hay que desmontar prácticamente todo el motor y suele llevar entre las 12 y las 24 horas aproximadamente.