En estos tiempos que corren, los vehículos que conducimos –o que nos venden- todo lo electrónico que puedan tener, lo tienen. Estos impresionantes y brillantes coches de ahora, que te avisan hasta de cuando tienes hambre, con opción de elegir entre voz sexy de hombre o de mujer que te indican el camino.
Y no solo eso, ya que el GPS es una pequeña parte de todo lo nuevo electrónico que se ha ido introduciendo en nuestros coches a lo largo de los últimos 20 años para nuestra comodidad y seguridad.
Según un artículo del periódico Business Week, los coches que conducimos ahora pueden estar controlados por aproximadamente 100 millones de líneas de código de programación, con 1 defecto cada 10.000 líneas, controlando a unos 80 a 100 microprocesadores, según el modelo y marca de coche. Así de complicado suena, pero estos adelantos tecnológicos nosotros los conductores los agradecemos, ya que estos componentes electrónicos, los sensores detectores de paredes, los pitidos que te avisan de que estás a punto de aparcar sobre un escaparate, que te has dejado la puerta del maletero abierta, que ha bajado la temperatura a 4 grados, los elevalunas, etc. ¡Si ahora hasta se aparcan solos! Todo esto nos hace la conducción más fácil, y por tanto nuestra vida.
Tanta electrónica, para que en estos momentos un coche de hace 60 años se cotice por las nubes y se paguen pequeñas fortunas por una de estas maravillas clásicas: Mustangs, Cadillacs, Chevrolets, Dodges, Chryslers, de los años 50, 60 ,70. Pero completamente reformados y restaurados, sobre todo en los EE.UU. No es de extrañar que surjan programas en televisión que nos muestran todo este proceso, ya que en estos establecimientos de compra -venta de coches lo tienen clarísimo: lo clásico e incluso lo antiguo en cuestión de vehículos se sigue vendiendo y comprando.
En esto, hay que decirlo, los reyes son los norteamericanos, que nos ofrecen toda la espectacularidad sobre los procesos de transformación a la que son tan aficionados. Y es verdad que le dejan a uno patidifuso. Cogen tres hierros oxidados con cuatro ruedas y un motor, eso sí, el original. Lo llevan a su taller, lo desmontan de arriba abajo, le cambian lo que le tengan que cambiar, compran piezas, accesorios, pulen, recubren y decoran verdaderas obras de arte. Y en menos de dos semanas aquellos hierros oxidados comprados a la viuda de un vaquero de Texas por cuatro perras (pero que a la señora no le parece mal porque le han quietado ese trasto oxidado de su granero), se convierten en una ganancia de miles de dólares ya que siempre hay alguien que quiere a toda costa ese coche restaurado. Y tiene sobrante de dinero, claro. Supongo que nadie paga 50.000 $ por un coche de 1963 si no le sobra algo de calderilla.¡¡Esto es América!!
Me refiero a programas como por ejemplo “Fast N’ Loud” del Gas Monkey Garage“, con Richard Rawlings como el dueño y propietario del negocio, y su mecánico jefe Aaron Kaufman. Los dos conocen muy bien sus respectivos terrenos, y los desarrollan magistralmente. Otro ejemplo de programa americano “renuevacoches” es “MTV Tunning”, o como dicen ellos “Pimp my ride”. La temática de este programa es diferente, ya que no compran los coches ni los venden sino que renuevan del todo el coche de un suertudo ciudadano/a anónimo con problemas económicos para arreglar su tartana. El presentador y conductor del programa es Xzibit , conocido artista del panorama hip hop norteamericano, que da una enorme sorpresa al ciudadano anónimo presentándose en su casa. El programa se lleva el coche normalmente en pésimas condiciones, a un taller exclusivo, donde lo transforman gratuitamente en un modelo tuning, adaptado a los gustos y personalidad del propietario. Casi nada. Hay que resaltar el trabajo que hace el equipo inicial de transformación de este programa, los “West Coast Customs”. Son unos auténticos artistas, hay que ver esos tapizados personalizados, que te pueden gustar más o menos, pero hay que reconocer que lo bordan.
Pero algo que tienen en común estos dos programas es la enorme cantidad de dinero que necesitan para llegar a los resultados que obtienen. Obviamente, estos resultados son impresionantes máquinas que nos dejan con la boca abierta y un poco en las nubes imaginándonos en ellos. Si hasta siento el aire que me mueve el pelo.
Soñar está muy bien, pero hay un programa de tv también de renovación de coches que nos acerca más a la realidad europea, ya que es de producción británica. Este espacio es “Joyas sobre ruedas”, presentado por el dinámico vendedor de coches Mike Brewer y el súper mecánico Edd China.
Mike Brewer es un conocido y veterano vendedor y comprador de coches clásicos (y no tan clásicos) reconvertido en presentador de tv. Su amplia experiencia y sabiduría a la hora de probar un coche y explicarlo a cámara hace que este programa resulte interesante. En 2004 ganó el premio Royal Television Society Midland Center al Mejor enfoque televisivo.
Tanto los precios por donde se mueve y los tipos de coche que interesan aquí en Europa hacen más realista el programa. Y no porque los coches que aparecen sean malos, sino que compran un coche antiguo o viejo por cantidades que oscilan entre los 1000 y 3000 euros, los restauran de la forma más fiel al original y los pueden vender en cantidades de entre 4000 y 10000 euros. Esto ya nos suena un poco más.
La otra mitad de “Joyas sobre ruedas” es Edd China. Es un conocido especialista en temas de motor, además de un reconocido presentador británico de programas de radio y televisión. Fue a la escuela King Edward de Witley y es licenciado en Ingeniería de Diseño de Productos en la Universidad South Bank de Londres.
China es el director de su propia compañía, Cummfy Banana Limited, creada durante 1999 para diseñar y fabricar vehículos exclusivos dedicados a fines publicitarios, promociones empresariales y ocasiones especiales .
Pero cuando lo ves trabajar, hace que cualquier labor de mecánica parezca fácil, cuando todos sabemos que no es así. Comenta trucos, consejos, referencias que un aficionado a la mecánica agradece enormemente.
Claro, que también los coches que aparecen aquí los solemos ver por las calles de nuestras ciudades con más o menos frecuencia, por lo que es un motivo más para fijarse en este programa más que en otros. Vuelven a poner en la carretera clásicos de época como el Mini de los 60´s o un Seat 600, por decir alguno en esta línea.
Este programa es especial porque nos acerca más a lo que realmente nos pasa en nuestro día a día, como cuando se te estropea el coche y tienes que ir a buscar una pieza al desguace para arreglarlo. Eso si tienes la suerte de saber cómo hacerlo. Si eres un poco mañoso, observa a Edd China en acción, que seguro que algo aprendes.
