Los coches abandonados son la tónica general de muchas ciudades y lugares del mundo y no es la primera vez que aparece en los medios especializados que se han encontrado formidables super deportivos abandonados en zonas próximas a Omán, Kuwait o Dubai, donde parece que esos coches no tienen interés ninguno para sus dueños legítimos y en lugar de llevarlos a un desguace prefieren abandonarlos a su suerte.
Algo parecido ha ocurrido en Estados Unidos hace no demasiado tiempo donde han aparecido nada menos que 200 coches históricos por los que seguramente muchos coleccionistas pagarían grandes cantidades de dinero.
Todo se remonta a la década de los años 40, cuando Oliver Jordan, decide convertirse en empresario después de la Segunda Guerra Mundial abriendo un desguace. En sus orígenes el negocio fue como la seda pero cuando llegó la década de los años 50 tuvo que cerrar el negocio.
Para asegurar el terreno donde se encontraba el negocio, tomó la decisión de no mover ninguno de los 200 coches que con el tiempo había ido guardando. Muchos de ellos eran de la década de los años 30 y 40 pero también había algunos que se remontaban incluso a principios de siglo.
También contaba con coches muy exclusivos como el Lincolm Model K del año 1937, con carrocería de aluminio o un increíble Cord 812 Supercharged, un coche muy avanzado para su época y que hoy en día puede pagarse una ingente cantidad de dinero por él.
Desgraciadamente en el 2003 tanto Jordan como su viuda fallecieron, pero su nieto tomó el relevo para poder mantener la colección de su abuelo y hoy en día sigue manteniendo ese terreno repleto de coches, algunos de ellos oxidados, testigos del paso del tiempo pero que demuestran que incluso las cosas viejas pueden convertirse en algo interesante, tal como demuestran los muchos visitantes que se acercan a lo que antaño fue un desguace y hoy es casi un museo.