Colector de escape
El colector de escape es un grupo de conductos que se utilizan para recoger los gases producidos por el motor en su último ciclo de trabajo. Pueden ser simples o múltiples y aunque se unen en uno solo, normalmente encontramos un tubo por cada válvula de cada cilindro.
Normalmente, esta pieza está hecha de hierro colado y en ella se agrupan las diferentes salidas del cilindro. Tras las explosión del combustible dentro del cilindro, el pistón llega a un punto muerto superior y es en este momento cuando se abre la válvula de escape y la presión hace que los gases ya quemados salgan y lo hacen mediante el colector de escape, siendo llevados directamente hasta el tubo de escape.
Descripción
Tips de mantenimiento
Aunque es una pieza muy robusta y que es muy raro que se rompa, a no ser tras una colisión muy fuerte, necesita cierto mantenimiento para que funcione correctamente.
Debido a que está sometida a una gran presión por los gases y a altas temperaturas, es probable que la junta acabe perdiendo efectividad y haya que cambiarla, así como apretar los tornillos, porque con el paso del tiempo y el escuerzo, acaban por aflojarse.
Esta es otra de las piezas que deben incluirse en las revisiones periódicas del vehículo, para asegurarnos de que todo funciona correctamente.
Principales averías y cómo detectarlas
Aunque lo más común es que sea la junta la que se estropee, dependiendo del tiempo de uso y de las temperaturas, es posible, aunque no muy común, que el colector de escape tenga una fisura, algo que hay que subsanar cuanto antes.
Una señal de que el colector de escape está fallando es el ruido grave que produce cuando aceleramos, lo que nos revela que o tiene una fisura o que la junta ya no cumple su misión. Tirones en marcha, bastante humo y olor a gases quemados son otros de los posibles síntomas de una avería en esta pieza.