Defensa Trasera
La defensa trasera es uno de los sistemas de protección con los que cuentan todos los coches. Su finalidad es la de amortiguar y también proteger el impacto de una colisión. Su posición y construcción permiten que en un impacto puedan absorber la energía cinética y empujándola de rebote hacia el centro del choque. Esto permite una notable reducción de los daños, aunque no del impacto en sí.
Al principio se fabricaban en caucho, posteriormente pasaron a ser de metal y actualmente se fabrican en diferentes materiales como plástico, aluminio y fibra de carbono o de vidrio en el caso de los vehículos de más alta gama, como los deportivos.
Descripción
Tips de mantenimiento
Al ser piezas que tienen una clara finalidad, se encuentran en zonas expuestas del coche, por lo que es normal que son las que reciben antes los impactos.
El mejor mantenimiento es conducir eficientemente, evitando colisionar con otros vehículos u objetos que veamos en la carretera. Por otro lado hay que tener precaución a la hora de aparcar, este es uno de los momentos en los que podemos rallar la pintura o incluso abollar la defensa trasera.
Nunca hay que dejar de tener en cuenta que si el abollón no es demasiado grande y no podemos sacarlo por nosotros mismos, en un taller de chapa y pintura podrán hacerlo sin problema gracias a que utilizan diferentes técnicas para resolver estos problemas.
Principales averías y cómo detectarlas
Las averías más comunes tienen que ver con el apartado estético y lo más extendido son las pequeñas abolladuras y rallar la pintura por error o porque otro vehículo haya rozado contra nuestra defensa delantera.
Cuando se sufre una colisión y se impacta contra la defensa, es posible que ésta se deforme tanto que no pueda ser reparada o incluso que se rompan las uniones a las que se fija en el resto de la carrocería. Por ello, lo más recomendable es sustituirla por otra nueva.