Faro antiniebla
El faro antiniebla es de gran ayuda cuando conducimos en días en los que la visibilidad no es demasiado buena. El ojo humano no tiene la capacidad de ver a través de la niebla o de una cortina de lluvia, por eso se recomienda que cuando estemos conduciendo y se presente una situación climatológica adversa se active este faro.
La lámpara y el reflector que proyecta el haz de luz están diseñados especialmente para que la luz atraviese, en cierta manera, la niebla o esa cortina de lluvia. Por eso, el haz de luz es más intenso que el que tienen las luces de cruce y se orienta de forma más baja y es más ancho.
Descripción
Tips de mantenimiento
La mejor forma de mantener esta parte del coche es revisándola de manera periódica. Al igual que cuando conducimos por carretera el parabrisas puede recibir el impacto de gravilla, el faro antiniebla también puede sufrirlo y en el peor de los casos romperse. Cuando esta pieza se rompe, es necesario acudir a un desguace en el que podamos adquirir faros antiniebla de segunda mano.
Por otro lado hay que tener especial cuidado cuando se aparca para evitar dar a bolardos que haya en la calle, a otros coches, contenedores o a las columnas del garaje cuando estemos aparcando o saliendo.
Principales averías y cómo detectarlas
Ya que es obligatorio tener al menos el faro antiniebla trasero debemos preocuparnos de que funcione en todo momento. Si no enciende las causas pueden ser varias. Una de ellas es que la propia bombilla se haya fundido, lo que se soluciona directamente cambiándola.
Si la bombilla está en perfecto estado pero el faro antiniebla no enciende, puede que el problema esté relacionado con el sistema eléctrico del coche, por lo que la mejor alternativa que hay actualmente es llevarlo al taller para su reparación.
Lo recomendable es pedir presupuesto y saber qué pieza falla o se necesita, antes que comprarla directamente a fábrica hay otras opciones que saldrán más baratas y serán 100% funcionales como pedir un faro antiniebla en desguaces.