Limpiaparabrisas
Los limpiaparabrisas forman parte de prácticamente todos los vehículos de cuatro ruedas que hay hoy en día. Su utilización es clara, sirven para desplazar el agua que puede acumularse en el parabrisas en los días de lluvia. Junto a unos surtidores de agua que normalmente están colocados en el capó, también se pueden limpiar los cristales para retirar la suciedad en los días secos.
En los coches más antiguos podemos encontrar un único limpiaparabrisas, con capacidad para moverse unos 180 grados aproximadamente, en la mayoría de coches hay dos limpiaparabrisas que limpian prácticamente la totalidad de la luna delantera. En algunos modelos, sobre todo los más antiguos, puede haber incluso tres limpiaparabrisas.
Descripción
Tips de mantenimiento
Son piezas metálicas hechas para durar y la parte más cara, el motor que los acciona no está visible, por lo que lo que nos debe preocupar es lo que está en la parte externa del vehículo.
No solo hay que evitar que pueda acumularse humedad para evitar que se oxiden, en caso de que sea de metal, sino que también debemos preocuparnos de lo que son las escobillas de goma, intentando que estén siempre en el mejor estado posible. De lo contrario podrán hacer ruido cuando funcionen o incluso llegar a dañar la luna delantera o trasera si están muy desgastados.
Principales averías y cómo detectarlas
Una colisión frontal puede hacer que los motores que accionen los limpiaparabrisas dejen de funcionar. En este caso, el remedio es sencillo, cambiarlos por otros del mismo modelo, podemos encontrar parabrisas de segunda mano en desguaces que nos permiten cambiar la pieza sin gastar demasiado.
Otro problema que solemos encontrar respecto a sus averías son los actos vandálicos, especialmente cuando el coche duerme en la calle. En ellos se dobla el limpiaparabrisas hacia atrás, pudiendo llegar a partir la base o la zona donde van las escobillas, por lo que habría que cambiar la pieza por completo.