Radiador
Todos los vehículos con motores de explosión generan una gran cantidad de calor y para disiparlo se utiliza el radiador, un dispositivo equipado con un circuito de refrigeración líquida para que el cuerpo del motor pueda operar en una temperatura óptima, entre los 75º y los 90º.
Gracias a una bomba centrífuga el líquido se mueve desde el bloque hacia el radiador, el cual está normalmente en la parte frontal del vehículo. El radiador también cuenta con un ventilador, siendo un complemento al sistema de refrigeración movido por un motor eléctrico gobernado por un termostato que cuando llega a determinada temperatura pone en marcha el ventilador.
Mantener el motor a una temperatura óptima es muy importante para alargar la vida de nuestro vehículo. En el caso de que esta pieza esté averiada, debemos buscar un radiador nuevo o de segunda mano para que nuestro automóvil pueda circular con garantía.
Descripción
Tips de mantenimiento
Como sucede con muchas piezas del motor de un coche, al radiador también hay que hacerle un buen mantenimiento de manera periódica, especialmente quitándole la suciedad que pueda acumular con el paso del tiempo.
Es importante tener un espacio donde poder realizar su limpieza y donde poder recoger el líquido refrigerante dado que es muy tóxico. Si no se tienen las herramientas ni los conocimientos necesarios, lo mejor es llevarlo a un mecánico para que lo haga.
Principales averías y cómo detectarlas
Para detectar las principales averías solo hay que fijarse en su funcionamiento y en si tiene pérdidas. Normalmente las averías más comunes son la pérdida de hermeticidad y las fugas, las cuales suelen encontrarse sobre todo en las juntas.
Entre estas averías destacan los desperfectos producidos por golpes, obstrucción de las rejillas del radiador, el eje de la bomba de agua se ha paralizado, avería en el termostato, aspas rotas en la bomba de agua, el ventilador no funciona, no lo hace correctamente o tiene algún aspa rota, el circuito de agua del motor está obstruido o también puede ser que el termocontacto del radiador se haya estropeado y no funcione o no lo haga correctamente. Para ello es imprescindible renovarlo adquiriendo un radiador de segunda mano en desguaces que pueda permitirnos disfrutar de esta pieza a un menor precio.