Sensores
En los coches actuales hay un dispositivo que siempre tiene presencia, el sensor. Pueden ser de muchas clases y tener infinidad de usos. En nuestra red, podemos encontrar sensores en desguaces que detectan la fuerza del impacto en una colisión para hacer que salte el airbag e incluso los que detectan que el suelo está en condiciones desfavorables y activan el control de velocidad así como los que activan los limpiaparabrisas en caso de que comience a llover, por ejemplo.
Descripción
Tips de mantenimiento
A pesar de que los sensores están preparados para soportar humedad, productos químicos, suciedad, cambios de temperatura o campos electromagnéticos, no son indestructibles y hay ocasiones en los que pueden fallar, algo que se debe revisar porque su avería, seguramente, interferirá en el correcto funcionamiento del vehículo.
Es importante que para evitar ponerlos a prueba no llevemos el coche al límite ni tampoco conduzcamos en condiciones para las que el vehículo no esté preparado, ya que pueden fallar los sensores e incluso hacer que el coche deje de funcionar correctamente o tan siquiera arrancar obligándonos a adquirir un sensor de repuesto o segunda mano.
Principales averías y cómo detectarlas
Al estar colocados en puntos estratégicos del coche los sensores están expuestos a sufrir daños, aunque esto no es tan común como se podría pensar en un principio dado que son muy robustos, pero pueden acabar estropeándose.
Lo más lógico es que cuando se estropean dejan de funcionar y se suele encender una luz de avería en el cuadro de mandos en el momento que el sistema detecta el fallo de un sensor.
En este caso, lo mejor es llevar el coche a un mecánico para que utilice una máquina de diagnosis con la que conocer qué clase de avería es la que hay. De esta forma se puede detectar con la máxima precisión cuál es el sensor que falla y se reemplazará por otro nuevo para que siga cumpliendo con su cometido a la perfección.